Para Santander Caballero Villalobos, la mañana del 1 de enero de 2016 quiere ser borrada de su memoria por los minutos trágicos que vivió luego de discutir con su esposa y dos de sus cuatro hijos en una humilde vivienda en el municipio de Galapa.

El comerciante de 54 años recordó que esa mañana le hizo un reclamo a su mujer y después le sucedió lo que quiere olvidar.

Con quemaduras de segundo grado en su rostro, cabeza, tórax y cuello el comerciante de cubiertos para restaurantes llegó hasta las instalaciones de Medicina Legal para ser valorado por un médico.

El hecho se registró en la mañana del viernes festivo, cuando Santander discutió con su compañera de hace 30 años, pero cuando intentó alzarle la mano por las palabras que le había dicho, la mujer se le abalanzó con un palo y comenzó a pegarle. Después de eso apareció uno de sus hijos y ocurrió el trágico hecho.

"Mi hijo me tiró al suelo y comenzó a pegarme patadas y trompadas, mientras que mi esposa había calentado agua y me la lanzó en la cara y gran parte del cuerpo. Lo peor es que la Policía llegó y me llevo detenido a la Estación de Galapa por violencia intrafamiliar. Y luego me llevaron al puesto de salud porque me puse mal", indicó el afectado.

El agua caliente le afectó la visión de uno de sus ojos por lo que ahora ve las cosas borrosas.

"Gracias a Dios creo que no perderé el ojo, pero si me afectó la visión", manifestó Santander.

El médico de Medicina Legal le dio 20 días de incapacidad y Santander espera arreglar las cosas con sus familiares antes de interponer la denuncia.

"Quiero hablar con ellos para ver si se pueden arreglar las cosas con mis familiares. Ahora estoy viviendo donde una hermana en Soledad, y ninguno me ha llamado para ver como estoy", finalizó el hombre quemado con agua caliente.